¿Pan duro? ¿Dónde está el problema?

Muchos de vosotros a veces nos decías que preferís “quedaros cortos” comprando pan porque no queréis que os sobre y tirarlo.

Hoy queremos dedicarle un poco de tiempo a explicaros que comprar un poco de pan de más “por si acaso” no es un problema nunca…

Lo primero que debemos deciros es que nuestros panes más tradicionales (blancos, morenos o de xeixa) pueden durar perfectamente 23 días y se pueden consumir perfectamente, así que no es necesario que lo consumáis en el día.

Ya en este punto, sabemos que el pan duro, bajo ninguna circunstancia se tira, pues podemos recuperarlo fácilmente para degustarlo casi tan bueno como el primer día. Así mismo, el pan viejo es tan versátil, que da para mucho más. 

Es aquí donde entra nuestra creatividad, dándole múltiples usos culinarios al pan duro para emplearlo en diversas preparaciones. Aunque, bien es cierto que las recetas de aprovechamiento no son ninguna novedad, ya que representan opciones clásicas para no desperdiciar comida y ahorrar, también es verdad que siempre podemos darles un giro magistral y disfrutar de platos muy creativos y sabrosos.

Por esta razón, aquí os damos algunas opciones para aprovechar el pan duro.

Siempre podrás hacer picatostes que acompañen a cualquier puré o crema y le aporten un punto crujiente a la misma, o si tienes un poquito de paciencia podrás elaborar tu propio pan rallado que ayudará a que tus rebozados sean más “auténticos” y gustosos, o bien puedes usarlo como sustituto de los cereales en el desayuno mojando el pan duro en la leche (te sorprenderá el resultado), o preparar recetas muy tradicionales de aprovechamiento tan clásicas como unas torrijas, unas migas o un buen “pancuit”.

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