El origen de los bombones que disfrutamos hoy hay que buscarlo en Francia, concretamente a principios del siglo XVIII, cuando el pastelero de Luis XIV preparó unas delicias de frutas bañadas en chocolate. Cuando el Rey Sol las probó, su reacción fue decir “bon bon”, que en francés significa “bueno bueno”, para indicar cuánto le habían gustado. Posteriormente, se conoció como bombón a todos los chocolates rellenos.

Gracias a la idea de este pastelero, otros artesanos comenzaron a crear sus propias elaboraciones con diversas técnicas en pequeños negocios familiares por toda Europa.

A partir de entonces, la industria chocolatera ha lanzado multitud de variedades de bombones con diferentes chocolates e ingredientes, convirtiéndose en el producto premium de chocolate por excelencia.

¿El secreto? Tratar bien el chocolate (es muy delicado con las temperaturas) y productos de calidad muy alta (no es lo mismo utilizar un fruto seco de tercera que los que utilizamos en Pastisseries Pomar).

Si queréis vuestros bombones, acercaros a alguna de nuestras tiendas en Campos o Palma y llevaos a casa estos delicados placeres!

Hasta el próximo artículo, “bombones”!